Los rollos de canela, también conocidos como cinnamon rolls, son uno de esos placeres dulces irresistibles que nunca pasan de moda. Su masa esponjosa, el dulce aroma a canela y el glaseado cremoso los convierten en un postre o desayuno perfecto para cualquier ocasión. Prepararlos en casa puede parecer complicado, pero con la receta adecuada y algunos consejos útiles, podrás disfrutar de unos rollos de canela caseros y deliciosos.
Ingredientes
Para la masa:
500 g de harina de trigo (aproximadamente 4 tazas)
2 huevos grandes
200 ml de leche tibia
7 g de levadura seca (un sobre)
100 g de azúcar (alrededor de ½ taza)
75 g de mantequilla derretida (aproximadamente 5 cucharadas)
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de extracto de vainilla
Para el relleno:
100 g de azúcar moreno (aproximadamente ½ taza)
2-3 cucharadas de canela en polvo
75 g de mantequilla a temperatura ambiente (5 cucharadas)
Para el glaseado:
100 g de azúcar glas (1 taza)
2-3 cucharadas de leche
1 cucharadita de extracto de vainilla
(Opcional) Queso crema: puedes añadir 50 g de queso crema para un toque más cremoso en el glaseado.
Paso 1: Preparar la masa
Activación de la levadura
La clave para que tus rollos de canela queden esponjosos es una masa bien levada, y el primer paso es activar la levadura. Calienta la leche ligeramente, debe estar tibia, pero no caliente, unos 37-40°C son suficientes. Si está demasiado caliente, puede matar la levadura y si está fría, no se activará correctamente.
En un tazón pequeño, mezcla la levadura seca con una cucharadita de azúcar y la leche tibia. Deja reposar unos 5-10 minutos hasta que se forme una espuma en la superficie. Esta es una señal de que la levadura está viva y activa.
Mezcla de los ingredientes secos
Mientras la levadura se activa, mezcla en un tazón grande la harina, el azúcar y la sal. Estos ingredientes secos serán la base de tu masa.
Integración de los ingredientes líquidos
Una vez que la levadura esté lista, agrégala al tazón de los ingredientes secos. Incorpora también los huevos, la mantequilla derretida y el extracto de vainilla. Mezcla todo hasta formar una masa.
Amasado
Cuando los ingredientes estén bien integrados, pasa la masa a una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 8-10 minutos. La masa debe quedar suave y elástica. Si está demasiado pegajosa, puedes añadir un poco más de harina, pero ten cuidado de no agregar demasiado, ya que podría hacer que la masa quede dura.
Una vez amasada, forma una bola con la masa y colócala en un tazón engrasado. Cúbrela con un paño limpio o con papel film y déjala reposar en un lugar cálido durante 1-1,5 horas, o hasta que haya doblado su tamaño.
Paso 2: Preparar el relleno de canela
Mientras la masa está levando, puedes preparar el delicioso relleno de canela que le dará todo el sabor a los rollos.
En un tazón pequeño, mezcla el azúcar moreno y la canela en polvo. Asegúrate de que los ingredientes estén bien combinados. Por otro lado, deja la mantequilla a temperatura ambiente para que esté fácil de untar más tarde.
Paso 3: Formar los rollos
Estirar la masa
Una vez que la masa haya levado, pásala a una superficie ligeramente enharinada y estírala con un rodillo en forma de rectángulo. La masa debe tener un grosor de aproximadamente ½ centímetro. El rectángulo debe ser lo suficientemente grande como para enrollarlo luego y cortar varias piezas.
Untar la mantequilla
Con una espátula o cuchillo, unta la mantequilla a temperatura ambiente de manera uniforme por toda la superficie de la masa estirada. La mantequilla ayudará a que el relleno de canela se adhiera bien.
Agregar el relleno de canela
Una vez que la mantequilla esté bien extendida, espolvorea la mezcla de azúcar y canela por encima, asegurándote de que cubra toda la superficie.
Enrollar la masa
Ahora, empieza a enrollar la masa desde el lado más largo del rectángulo, formando un rollo lo más ajustado posible. Asegúrate de que el rollo esté parejo y compacto para que los rollos queden bien formados y no se deshagan.
Cortar los rollos
Usa un cuchillo afilado o hilo dental para cortar el rollo en piezas de unos 3-4 cm de ancho. Con estas cantidades, deberías obtener entre 12 y 15 rollos, dependiendo del tamaño que prefieras.
Paso 4: Segunda fermentación
Coloca los rollos cortados en una bandeja para hornear previamente engrasada o cubierta con papel de hornear, dejando un pequeño espacio entre ellos para que puedan crecer. Cubre nuevamente con un paño limpio y deja reposar durante 30-45 minutos para que los rollos se expandan.
Paso 5: Hornear los rollos
Precalienta el horno a 180°C (350°F) durante unos 15 minutos antes de hornear. Una vez que los rollos hayan levado por segunda vez, hornéalos en el horno precalentado durante 20-25 minutos o hasta que estén dorados en la parte superior.
El aroma de la canela llenará tu cocina mientras los rollos se hornean, haciendo que sea difícil esperar.
Paso 6: Preparar el glaseado
Mientras los rollos están en el horno, es el momento perfecto para preparar el glaseado. En un tazón, mezcla el azúcar glas con la leche y el extracto de vainilla. Si prefieres un glaseado más espeso, usa menos leche, y si lo prefieres más líquido, añade más. Si decides usar queso crema, añádelo en este paso y mézclalo bien con los demás ingredientes hasta obtener una textura suave y cremosa.
Paso 7: Glasear y servir
Una vez que los rollos estén listos y dorados, sácalos del horno y deja que se enfríen durante unos 5-10 minutos. No debes glasearlos mientras estén muy calientes, ya que el glaseado se derretirá demasiado rápido.
Con una cuchara o espátula, vierte el glaseado sobre los rollos. Asegúrate de cubrirlos bien para que cada bocado tenga esa deliciosa mezcla de dulce y canela.
Consejos adicionales:
Levado adecuado: Asegúrate de que el lugar donde dejes levar la masa sea cálido y sin corrientes de aire. Si la masa no sube lo suficiente, los rollos podrían quedar densos.
Añade frutos secos o pasas: Si te gustan los sabores adicionales, puedes agregar nueces picadas o pasas al relleno de canela antes de enrollar la masa.
Rollos más grandes o pequeños: Puedes ajustar el tamaño de los rollos según tus preferencias. Si los cortas más pequeños, ten en cuenta que el tiempo de horneado podría reducirse.
Almacenamiento: Los rollos de canela se conservan bien durante 2-3 días si los guardas en un recipiente hermético a temperatura ambiente. También puedes congelarlos sin el glaseado y recalentarlos cuando los quieras consumir.
Hacer rollos de canela en casa es una actividad gratificante que no solo llena tu hogar de un aroma delicioso, sino que también te permite disfrutar de un dulce recién horneado que supera con creces a los comprados en tiendas. Aunque puede parecer laborioso, cada paso es sencillo de seguir, y el resultado final vale la pena. No dudes en personalizar la receta con tus ingredientes favoritos o hacer variaciones en el glaseado para hacerla aún más especial.
¡Prepárate para disfrutar de unos rollos de canela suaves, esponjosos y llenos de sabor!